En nuestra Parroquia de la
Purísima hemos celebrado junto a la comunidad, la eucaristía, y se ha producido el envío a la
peregrinación, por los caminos de Pablo por Macedonia y Acaya.
Peregrinar significa mucho
más que hacer una ruta a un lugar significativo, es salir de la cotidianidad y
de la rutina, es encuentro a pesar del cansancio y del calor entre todos los
que hacemos el camino de Pablo. Ahora nadie lleva prisa, en el camino, la
fe y la gracia, van moviendo las piernas
y el corazón, bien sea entre los que vamos juntos o los creyentes que nos
encontramos de otras comunidades cristianas u otras culturas.
El camino deberá hacerse
de una forma concreta, siempre humildemente con nuestro Dios (Mq 6,8) como nos recuerda
Pablo “caminar en nueva vida” (Rom 6,4), en el amor (Rom 14,15), en la fe (2Cor
5,7), en el espíritu, (Gal 6,16) y en verdad, tal como lo expresa la carta de
Juan (2Jn 1,4). Todos nuestros caminos están quieren estar orientados hacia
Dios, vivir con Dios y caminar junto a Él. Dios mismo promete caminar junto al
hombre:
Si pasas por las aguas, yo estoy contigo, si por los ríos, no te anegarán. Si andas por el fuego, no te quemarás, ni la llama prenderá en ti.
No sólo Dios camina junto
al hombre y nosotros junto a Dios, también nosotros caminamos unos junto a los
otros, nos une el camino, experimentar el mismo esfuerzo, la misma búsqueda, la
misma esperanza.
Pero como Pablo, queremos hacer también un viaje por nuestro interior, hacia nosotros mismos, para ver la luz, para encontrarnos con Cristo. El requisito es disminuir la velocidad, ir con calma, con un cierto elogio de la lentitud, saboreando cada paso, cada oración, cada celebración.
Volver
Sobreviviré,
Cabalgo al repasar el camino
polvo en el herraje de mi rocín,
triple una mano
tambor la otra
mariposa ovilla al brezo
sin importar su penuria.
Resistiré la insolencia
para besar la tierra
que sólo prometió
el retorno,
ese día
nadie podrá decir
que no he llegado
cuando los sonajeros de mi boca
revelen otras islas donde navego.
Domingo
Martínez Hedman
Gracias al folio que ayer nos entregásteis os seguiremos en esta esperada peregrinación. Espero que disfrutéis y que aprovechéis al máximo de cada rincón, de cada palabra que se diga, de cada oración, de la compañía y unión del grupo y de toda la gente que desde Salamanca os acompaña con el corazón.
ResponderEliminarMuchos besos a todos
Pilar Porras
Gracias Pilar, todo bien, terminamos de cenar y estamos en el Hotel de Thessalonica. Un abrazo.
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