“Ese Dios
desconocido, que veneráis sin conocerlo, es el que yo os anuncio” (Hch 17,23)
En el día de hoy es 25 de
julio, fiesta de Santiago de Compostela, patrón de nuestro país. A las seis de
la mañana a la salida del barco, nos enteramos de la noticia, después en el
autobús se fueron sumando los muertos en el accidente de tren. No nos lo podíamos
creer, nos surgió la tristeza y el dolor por las víctimas y sus familias.
Desde el dolor y en el
silencio ante lo inexplicable, rezamos por ellos y a ellos le dedicamos la
oración de la mañana de hoy día 25 de julio.
SALMO 19
El cielo proclama la
gloria de Dios,
el firmamento pregona la
obra de sus manos;
el día al día le pasa el
mensaje,
la noche a la noche se lo
susurra.
Sin que hablen, sin que
pronuncien,
sin que resuene su voz,
a toda la tierra alcanza
su pregón
y hasta los límites del
orbe su lenguaje.
La ley del Señor es
perfecta
y es descanso del alma,
el precepto del Señor es
fiel
e instruye al ignorante.
Los mandatos del Señor
son rectos
y alegran el corazón,
la norma del Señor es
clarividente,
y da luz a los ojos.
Los mandamientos del
Señor son verdaderos
y enteramente justos;
más preciosos que el oro,
más que el oro fino,
son dulces como la miel.
Aunque tu siervo vigila
para guardarlos con
cuidado,
absuélveme de lo que se
me oculta,
preserva a tu siervo de la
arrogancia.
Que te agraden las
palabras de mi boca,
y llegue a tu presencia
el meditar de mi corazón,
Señor, roca mía, redentor
mío.
En
el día de ayer hicimos un recorrido exhaustivo por las partes más históricas de
Atenas. Por la mañana visitamos la Acropolis y el aéropago y el ágora. Nos recordaron
que según la mitología se debe su fundación por Teseo, Egeo y la disputa entre
Poseidon y Atenea y como los habitantes se quedaron con el ramo de olivo de la
paz. Así la ciudad debe su nombre a la diosa Atenea. Más allá de mitos la ciudad
se remonta casi al neolítico, casi 6000 años pero, nos centramos principalmente
en el recorrido en la era de Pericles. Allí se cruzaban las guerras Médicas, la
batalla de Salamina y Maratón, las guerras del Peloponeso, debido al control de
Atenas de toda la región que la hace enfrentar a Esparta.
Durante
el gobierno de Pericles reconstruyó la Acrópolis y el Partenón, que habían sido
destruidos por los persas y, además, levantó los muros defensivos de la ciudad
para unirla con el puerto de El Pireo. Se construyeron monumentos religiosos;
entre ellos, el templo de Zeus de Olimpia o el templo de Apolo de Delfos.
Durante su mandato las artes y la cultura se desarrollaron notablemente.
Aparecen los grandes autores teatrales como Sófocles, Esquilo y Eurípides, o
satíricos como Sócrates y Aristófanes. En historia destacaron Herodoto y
Tucidides. En la escultura, destacó Fidias, quién realizó las estatuas de
Atenea y Zeus, que se encontraban en el Partenón.
Pero
nuestros pasos estaban buscando los de Pablo de Tarso, antes de marchar a la
Acrópolis, celebramos a primera hora de la mañana la eucaristía en la iglesia
de San Francisco y Santa Clara. Allí recordamos a Pablo e hicimos una
autocrítica interior de cómo celebramos la eucaristía, ¿qué fervor ponemos, qué
entusiasmo, lo hacemos en comunidad y junto a otros? Del libro del peregrino
pongo estos textos para nuestro camino interior.
Lectura de la
primera carta de Pablo a los Corintios (I Cor 12,12-26)
“Hermanos,
del mismo modo que el cuerpo es uno y tiene muchos miembros, y todos los
miembros del cuerpo, por muchos que sean, no forman más que un cuerpo, así
también Cristo. Porque todos nosotros, judíos o no judíos, esclavos o libres,
hemos recibido un mismo Espíritu en el bautismo, a fin de formar un solo cuerpo,
y todos hemos bebido también el mismo Espíritu.
Por
su parte, el cuerpo no está compuesto de un solo miembro, sino de muchos. Si el
pie dijera: como no soy mano, no soy cuerpo, ¿dejaría por eso de pertenecer al cuerpo?
Y si el oído dijera: como no soy ojo, no soy cuerpo, ¿dejaría por eso de
pertenecer al cuerpo? Si todo el cuerpo fuera ojo, ¿cómo podría oír? Y si todo
el cuerpo fuera oído, ¿cómo podría oler?
Con
razón Dios ha dispuesto cada uno de los miembros en el cuerpo como le parecido
conveniente. Pues si todo se redujese a un miembro, ¿dónde estaría el cuerpo? Por
eso, aunque hay muchos miembros, el cuerpo es uno.
Y
el ojo no puede decir a la mano: no te necesito; ni la cabeza puede decirle a
los pies: no os necesito. Al contrario, los miembros del cuerpo que
consideramos más débiles son los más necesarios… Dios distribuyó el cuerpo de
tal forma que todos los miembros se preocupen unos de los otros. ¿Que un
miembro sufre? Todos los miembros sufren con él ¿Que un miembro es agasajado?
Todos los miembros comparten su alegría:”
“Creo en la comunión de los santos”
“O todos, o ninguno / o todo o nada / uno solo no puede salvarse / O todos o
ninguno / o todo o nada.” (Bertold Brecht)
“Voy con las riendas tensas y refrenando el vuelo / porque lo que importa no es
llegar solo o el primero / sino con otros y a tiempo.” (León Felipe)
“Allá donde a un cristiano / no hay soledad, sino amor / pues lleva toda la
Iglesia / dentro de su corazón / y dice siempre ´nosotros´/ incluso si dice ´yo´.”
(Martín Descalzo)
Fue
emocionante la llegada al Aéropago, recordemos que llega a la ciudad procedente
de Berea. El apóstol es muy sensible a los problemas humanos; vivió en un
ambiente hebreo pero no ajeno a la cultura helenista, con lo que en Atenas se
dirigió a los paganos, con poco éxito. Recordamos el libro de Hechos, tomado
del libro del peregrino:
“Mientras
Pablo los esperaba en Atenas, se indignaba cada más al observar una ciudad
sumida en la idolatría. En la sinagoga discutía con judíos y con los que temen
a Dios; en la plaza pública hablaba a los que pasaban por allí. Algunos de las
escuelas filosóficas de epicúreos y estoicos entablaban conversación con él;
otros comentaban ¿Qué querrá decir este charlatán? Otros decían: Parece un
propagandista de divinidades extranjeras. Porque anunciaba a Jesús y la resurrección.
Lo
llevaron al Areópago y le preguntaron: ¿Podemos saber en qué consiste esa nueva
doctrina que expones? Dices cosas que nos suenan extrañas y queremos saber lo
que significan. Porque todos los atenienses y los extranjeros que residen allí
no tienen mejor pasatiempo que contar y escuchar novedades.
Pablo
se puso en pie en medio del Areópago y habló así: Atenienses, veo que sois
hombres sumamente religiosos. Cuando estaba paseando y observando vuestros
lugares de culto, encontré un altar con esta inscripción: AL DIOS DESCONOCIDO.
Pues bien, yo vengo a anunciaros ése al que adoráis sin conocerle. Es el Dios
que hizo cielo y tierra y todo lo que hay en él. El que es Señor de cielo y
tierra no habita en templos construidos por hombres ni pide que le sirvan manos
humanas, como si necesitase algo. Porque él da vida y aliento y todo a todos.
De uno solo formó toda la raza humana, para que poblase la superficie entera de
la tierra. Él definió las etapas de la historia y las fronteras de los países.
Hizo que buscaran a Dios y que lo encontraran aun a tientas. Porque no está
lejos de ninguno de nosotros, ya que en él vivimos, nos movemos y existimos,
como dijeron algunos de vuestros poetas: porque somos también de su raza.
Por
tanto, si somos de raza divina, no debemos pensar que Dios es semejante a la
plata o el oro o la piedra modelados por la creatividad y la artesanía del
hombre. Ahora bien, Dios, pasando por alto la época de la ignorancia, manda
ahora a todos los hombres en todas partes a que se arrepientan; porque ha señalado
una fecha para juzgar con justicia al mundo por medio de un hombre que él
designó para esto. Y a este hombre lo ha acreditado ante todos resucitándolo de
la muerte.
Al
oír lo de la resurrección de los muertos, unos se burlaban, otros decían: En
otra ocasión te escucharemos sobre este asunto. Y así Pablo abandonó la
asamblea. Algunos se juntaron a él y abrazaron la fe; entre ellos Dionisio el areopagita,
una mujer llamada Dámaris y algunos más.”
Hechos
Apóstoles 17, 16-34
Por
la tarde visitamos el museo de la Acrópolis de Atenas, inaugurado en el año
2009. Este museo contiene esculturas hechas de piedra y bronce, procedentes de
excavaciones próximas a la Acrópolis de Atenas. Las colecciones expuestas en él
se dividen en dos grandes épocas, la Época Arcaica y la Época Clásica, las
cuales, algunas tienen más de 2500 años de antigüedad. Fueron encontradas en excavaciones
realizadas en la Acrópolis de Atenas y proceden principalmente del Partenón,
Propileos, Erecteión, Templo de Atenea Niké, Eleusinion.
“Querido hijo, Tito, te he dejado en Creta para que acabes de organizarlo todo” (Tito 1,5)
Hoy
hemos ido a Knossos, la ciudad más importante de la civilización minóica. Surge
en el neólitico, pero tiene su máximo desarrollo en la edad de Bronce. Nos
recordaron el mito, el rapto de Zeus de Europa, del rey Minos y Dédalo y también
la lucha del minotauro con el héroe Teseo.
Los palacios cretenses reflejan la
transformación de una cultura agropastoral a una auténtica talasocracia, un
dominio territorial militar y comercial que regula los intercambios con el
Egipto faraónico y los reinos del Próximo y Medio Oriente. La proyección del
palacio-ciudad -pues son cientos las habitaciones que se aglomeran en torno a
un patio, con usos políticos, residencial o como almacenes- llegó a expandirse
más allá de la isla, extendiéndose sobre las demás islas griegas.
Por causas
aún poco conocidas, probablemente un terremoto, hacia el 1700 a.C. el palacio
de Cnosos, como otros, resulta destruido y poco más tarde reedificado, con
formas aún más amplias.
Por
la tarde visitamos el museo arqueológico de la ciudad donde visitamos las
pinturas originales encontradas y los objetos de cerámica y bronce.
Por
la tarde visitamos la iglesia Ortodoxa donde están las reliquias de Tito,
primer obispo de Creta y discípulo de Pablo. Al finalizar la tarde celebramos
la eucaristía en la iglesia católica de San Juan Bautista.
“Tito
es mi verdadero hijo en la fe común” (Ti 1,4)
“He
rogado a Tito que, ya que él comenzó la colecta, sea él también quien lleve a
feliz término esta obra de caridad entre vosotros… Gracias sean dadas a Dios,
que ha puesto en el corazón de Tito la misma solicitud que tenemos por
vosotros, pues, respondiendo a nuestra llamada y más solícito que nunca, por
propia iniciativa se puso en camino hacia vosotros.
Con
él enviamos a otro hermano, elogiado en todas las iglesias por su servicio al
evangelio…. Evitamos así que alguno nos critique por el hecho de que
administremos la importante suma de la colecta, pues procuramos hacer bien las
cosas, no sólo ante Dios, sino también ante los hombres… De Tito no hace falta
decir que es mi compañero y
colaborador
en favor vuestro.” (II Cor 8,6.16-21.23)
Evangelio: Juan
15,1-10
En
aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: Yo soy la vid verdadera, y mi Padre
es el viñador. El Padre corta todos los sarmientos que no dan fruto y poda a
los que dan fruto, para que den más fruto. Permaneced unidos a mí, como yo lo
estoy a vosotros. Ningún sarmiento puede producir fruto por sí mismo, sin estar
unido a la vid, y lo mismo os ocurrirá vosotros, si no estáis unidos a mí.
Yo
soy la vid, vosotros los sarmientos, el que permanece unido a mí, como yo estoy
unido a él, produce mucho fruto; porque sin mí no podéis hacer nada. El que no
permanece unido a mí, es arrojado fuera, como los sarmientos que se secan y son
amontonados y arrojados al fuego para ser quemados.
Si
permanecéis unidos a mí y mis palabras permanecen en vosotros, pedid lo que
queráis y lo tendréis. Como el Padre me ama a mí, así os amo yo a vosotros.
Permaneced
en mi amor. Pero sólo permaneceréis en mi amor, si obedecéis mis mandamientos,
lo mismo que yo he observado los mandamientos de mi Padre y permanezco en su
amor.”
“Se ha manifestado la gracia de Dios que trae la,salvación para todos” (Tito 2,1)
Mañana
seguimos el recorrido por la isla de Creta y el viernes por la noche volvemos a
Atenas, donde llegamos a las 6:30 de la mañana. Allí celebraremos la eucaristía
en la catedral de Atenas y luego iremos hasta el cabo Sunión, donde acabaremos
nuestra peregrinación. Es fácil que ya no pueda hacer ninguna crónica más, ya
que mañana en barco es muy complicado y el sábado estamos en Salamanca. Un
abrazo a todos.
“Tengo en perspectiva una magnífica ocasión para anunciar el Evangelio” (I Cor 16,9)
Y DESPUÉS… DIOS y
TÚ
Sólo
Dios da la vida,
pero
tú puedes defenderla y entregarla.
Sólo
Dios puede dar la fe,
pero
tú puedes dar testimonio.
Sólo
Dios puede dar la esperanza,
pero
tú puedes devolverla a los que la perdieron.
Sólo
Dios puede dar el amor,
pero
tú puedes amar a los hermanos.
Sólo
Dios puede dar la paz,
pero
tú puedes sembrarla a tu alrededor.
Sólo
Dios puede dar la fuerza,
pero
tú puedes animar también.
Sólo
Dios es el Camino,
pero
tú puedes enseñárselo a otros.
Sólo
Dios es la luz,
pero
tú puedes ponerla en alto para que todos la vean.
Sólo
Dios puede hacer lo imposible,
pero
tú puedes hacer lo posible.
Sólo
Dios se basta a sí mismo,
pero
prefiere contar contigo.
José
Luis Martín Descalzo