SalamancaRTV al Día
El mendigo pedía limosna cada día sentado sobre aquél
arcón medio podrido y abandonado al borde del camino. A media tarde uno que
pasaba le dijo como en un susurro: Lo tienes debajo de ti, no lo busques fuera.
Se sintió decepcionado porque esperaba una moneda. Pero al poco rato le entró
una sospecha, se levantó, abrió el arcón como pudo y dio un grito de sorpresa
el ver el montón de monedas de oro que brillaban como el sol.
Así se dice,
en cuarentena, cuando se toman medidas de cautela o control ante algo. Y
aclaro, justificando lo que viene, que muchos hemos empezado a estar en
cuarentena. Pero la prehistoria de ese margen de maniobra así llamado viene en
realidad de muy lejos.
yana es una palabra sánscrita que entre
otras cosas puede significar ‘vehículo’ o ‘camino´. Y se entiende en el budismo
como “camino espiritual de liberación”; dicho sea esto con muchos matices,
modos y variantes que no caben aquí.
marga, también sánscrito, es en el
hinduismo el camino para poder alcanzar el moksha, la liberación. Con una
enorme complejidad que desborda la página.
halajá es para el judaísmo el camino con
todos los pasos de la Ley para seguir el camino recto
manzil, en la mística sufí, es cada uno de
los siete pasos, de conciencia y de práctica, a lo largo del camino hacia el
medio divino.
σαρακοστή era y es el camino cristiano
de liberación hacia la Pascua en cuarenta días y con tres όχημα o “vehículos”,
la Oración, el Ayuno y la Limosna. Y los 40 días se extienden a lo largo
de toda la vida.
cuaresma, del latín quadragesima (dies), es
decir, “cuarenta días” . Y desde esta larga tradición cargada de humanidad y de
transparencia, llena de realidad y, a la vez, de utopía los cristianos la
celebramos todavía hoy durante cuarenta días como camino de penitencia y
liberación hacia la Pascua. Y como el budismo y la primera tradición griega lo
hacemos con tres “vehículos” que atraviesan los tres campos de la vida humana:
con la oración, el campo de Dios; con la limosna (literalmente significa
“compasión”), el del prójimo; y con el ayuno el de las cosas, desde el cuerpo
hasta el euro, desde la compra hasta la violencia… Es una operación que se
parece a la del mendigo de la entradilla abriendo la tapa del arcón…
Es una
cuarentena cargada de resonancias bíblicas que le dan mucho alcance y
mucha más razón; es un tiempo privilegiado para un trabajo personal con pasos
medidos hasta esa cima interior, personal y compartida, que será la Pascua
cristiana, celebrada cuando llegue como Día grande y como la Fiesta primera, y
en realidad única, de todo el calendario cristiano.
La vida de
acoso, y casi con derribo, que nos traemos hoy casi impide andar en
consideraciones como éstas. Y eso pasa factura, cuando sea. Por eso invito a
los que no andan por estos caminos a entender y valorar lo que otros, por todo
el mundo y desde siglos y siglos, hacen como camino interior y experiencia
personal. Y casi con más razón invito a los que intentamos andar, paso a paso,
por estos caminos de polvo y ceniza a hacerlo con verdad y con los ojos puestos
en Aquél al que la cuaresma conduce y al que la Pascua celebra como Dios de la
Vida y Señor del Siglo Futuro. Yo lo veo como el camino más bello jamás andado.
Nos vemos en
la madrugada del 5 de abril.
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