De abrazos y sobre todo de su sentido. El próximo
sábado, 14 de marzo, a las 12, tendrá lugar el Abrazo Solidario a la Plaza
Mayor del Mundo al que invita Manos Unidas ya desde hace años por estas fechas.
Nuestra Plaza Mayor como imagen de encuentro y
resumen del mundo es el espacio perfecto para un gesto como éste. ¡Si un día se
abrazaran los cuatro lados del mundo y fueran capaces de hacer el camino
compartiendo “en paz y compaña” pan y saberes, tierras y riquezas, ideas y
creencias! Y es que la Plaza Mayor sugiere algo de todo eso; es una plaza bien
encuadrada pero sin rigor excesivo, abrigada y abierta, quieta y ruidosa, acogedora
y multitudinaria, irregular y medida, noble y popular, escueta y perfecta,
cuadrada como una “cuadra” urbana y redonda como el mundo, extensa como las
tierras del globo y cortada a la medida humana del ciudadano. En sus 6.400 m2
bien vivos está metida la humanidad toda… Y cien cosas más.
Por eso y aunque por ahora sólo sea por estas
razones desde la Plaza, yo estaré allí el sábado día 14 a las 12, en el VI
Abrazo Solidario que organiza Manos Unidas. Incluso por la tarde me iré de
Concierto solidario al Juan del Enzina con la Big Band de la USAL para cerrar
las ideas del día.
Pero es que, además y sobre todo, me acompaña una
multitud de razones que irán conmigo. Conmigo van los millones de hambrientos y
sedientos de la tierra, van mis cientos de experiencias personales de Amor y de
Solidaridad, van millones de personas que piensan y sienten y van haciendo un
mundo digno y justo, van docenas de amigos perdidos por los pueblos pobres del
Sur, conmigo van (es el peso más grave) los 22.000 niños menores de 10 años que
dice la FAO que mueren diariamente por desnutrición e insuficiencia sanitaria…
No hace falta alargar la lista, es físicamente interminable… y casi
inaguantable.
Por eso y por ellos, y ahora ya con razones mucho
más fuertes que las que venían de la Plaza misma, yo estaré allí el próximo
sábado, a las 12 en punto, en el arco que he elegido (¡se puede participar de
forma especial eligiendo un arco en la Delegación de Manos Unidas!) o donde me
parezca.
Y no me parece una cosa de tono menor (¡uno va
siendo mayor y hasta algo más inteligente!), porque vale más una manifestación
que un billete grande de banco; me parece más eficaz a medio plazo un abrazo
verdadero que un donativo distraído. ¡Ay que ver lo que cuesta transmitir una
idea! Bastante más que conseguir un donativo.
Por eso, y por más razones entre la solidaridad,
la protesta y la impotencia, me voy a la Plaza Mayor el sábado que viene y la
abrazo con otros muchos como si fuera la humanidad entera y hasta me parece que
así empujo un poco la historia, aunque sea sólo un poco, un poco de casi nada…
Pero yo empujo.
Nos vemos.
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