Para Maite y Marce ejemplo de amor cristiano y lucha por un mundo más
justo.
Todos sabemos la realidad de África, el continente más pobre
del mundo, más de trescientos millones de
personas viven con menos de un dólar al día, treinta millones de niños
menores de cinco años sufren desnutrición y el 43% de la población no tiene
agua potable. Pero no podemos reducir la pobreza sólo a las cifras económicas,
se debe subrayar la ausencia de
educación, salud, nutrición y vivienda, carestías fundamentales y necesarias
para cualquier desarrollo. La gran
mayoría de los mil millones de pobres que hay en el planeta viven en África, donde
se encuentran los diez países más pobres del mundo: Níger, Etiopía, Mali,
Burkina Faso, Burundi, Somalia, República Centroafricana, Liberia, Guinea,
Sierra Leona, podíamos seguir. La
pobreza es la verdadera “memoria de África”, todo un mundo hundido en la
miseria y en la violencia, olvidado por todos, no es exagerado decir que es la
imagen de la “humanidad rota”.
África es una realidad muy variada, multitud de culturas,
etnias y voces, un mundo heterogéneo que cuenta con 55 países, entre ellos está
Benín, será también uno de los más
pobres del continente. Está situado
en África Occidental, entre el Sahel y el Golfo de Guinea, con una superficie 112.622
km² y unos 9,3 millones de habitantes. La capital es Porto Novo, sede de la Asamblea
Nacional con 267.000 habitantes, siendo Cotonou es la sede del Gobierno y la
ciudad más poblada con 780.000 habitantes. Desde 1990 se constituye en una
República parlamentaria presidencialista, se redacta una Constitución y se
establece una democracia basada en la división de poderes y elecciones parlamentarias.
Es un país en vías de desarrollo dependiente de la agricultura, sobre todo de
la producción de algodón, pero no nos engañemos no es un país pobre, como muchos países africanos es un país
empobrecido por los países más desarrollados. Posee yacimientos de
petróleo, oro, mármol y piedra caliza explotados, principalmente, por empresas
extranjeras pertenecientes a los países más ricos. La reducción de la pobreza es uno de los grandes desafíos del país,
según el PNUD, se encontraba por debajo del umbral de la pobreza, pero debido
naturaleza informal de las actividades económicas sobre todo del sector
agrícola y con una falta de diversificación en la producción frenan su
potencial de desarrollo. Presenta sólo un 33% de alfabetización, con una tasa
de natalidad muy alta del 38,6 ‰, una tasa de fecundidad de 5,49 hijos por
mujer en edad fértil, una esperanza de vida de 59 años y una desnutrición
estimada del 23% de niños menores de cinco años. Sin rubor se puede decir que
es uno de los países más pobres del mundo, un pobre entre los pobres.
Un grupo de
matrimonios de la Parroquia de la Purísima de Salamanca viene trabajando
durante este último año para ayudar a mejorar un poco la situación de unos
cuantos niños de Benín. Es cierto que no tenemos en nuestras manos las
soluciones del mundo y de la pobreza, pero ante los problemas del mundo y de la
pobreza, tenemos nuestras manos. El
objetivo principal del grupo es construir un comedor para 200 niños dentro
de un complejo educativo desarrollado por la Fondation Vie Pour Tous, creada beninés Teodoro Soumé. Teodoro
es un sacerdote que se formó en Salamanca y Bilbao y que realizó sus prácticas pastorales
en la Iglesia de la Purísima con los párrocos Fructuoso Mangas y José Manuel
Hernández, allí conoció a la Maite Romero, entonces presidenta provincial de
Manos Unidas. Maite falleció hace cinco años, el 25 de noviembre de 2010,
Teodoro para honrar su memoria, ha querido poner su nombre al comedor de niños del
complejo educativo. Además de su labor como sacerdote en su país, está
realizando una excelente labor en lucha contra la pobreza y la exclusión social
sobre todo en las zonas rurales. Su fundación, en las que colaboran muchas
personas de Benín con absoluta solvencia, ofrece una formación integral a niños
y jóvenes del campo, asiste a niños y mujeres en situación de vulnerabilidad y
ofrece una amplia asistencia sanitaria en zonas rurales y en situaciones
difíciles.
Este grupo de matrimonios en el marco de la Parroquia, viene
descubriendo desde hace años, que la
pobreza no es un asunto de mala suerte, sino resultado de unas estructuras
políticas y económicas injustas. Ante esta situación vienen colaborando en
Manos Unidas y Cáritas, no sólo desde el ver y juzgar, sino actuando en
acciones concretas. Descubrir los males de nuestro mundo nos hace mover el
corazón, sobre todo si los oprimidos y pobres sufren por las injusticias de los
grandes desequilibrios de nuestras sociedades. El grupo viene luchando por un
mundo más justo y por un cambio de esas estructuras desiguales, también
conscientes de que los pobres no son incapaces para actuar, ellos saben mejor
que nosotros qué hacer y cómo hacerlo, por eso quieren apoyar un proyecto
realizado en Benín, que busca personas de buena voluntad para ayudar en sus
proyectos. Para ello, se han empeñado sacar adelante, no sin dificultades, el
comedor de niños que ayudarán no sólo en el desarrollo personal, sino del grupo
y de la región. Hace unos meses, un miembro de grupo, José Santos, participó en una maratón
solidaria en Madrid. Pero se realizan otras actividades los fines de semana,
o cuando se tiene un hueco en el trabajo o la familia, principalmente vender en un rastrillo
solidario en diferentes lugares Salamanca, Alba de Tormes, Carbajosa, San
Miguel. En él se venden diferentes cosas personales o bien realizadas por las
buenas manos de Susana Sáez. Ahora el
grupo ha preparado un concierto folk
para completar el proyecto, ya que necesita con urgencia completar los fondos
necesarios que todavía son importantes. Para ello cuenta con la ayuda desinteresada de “Rosa María Folk
y la Contrarronda”, esperando contar también con ayuda de los vecinos de la
ciudad de Salamanca, que tantas veces se han destacado por su solidaridad. El
concierto se realizará este viertes, 16
de octubre a las 19:30 h, en el auditorio de Calatrava. Desde esta querida
ciudad de Salamanca escuchamos el clamor de los necesitados como un imperativo
elemental, desde estas páginas pedimos la ayuda y la solidaridad asistiendo al
concierto o comprando una fila cero para ayudar a unos niños en su educación,
víctimas de una situación injusta y así poder abrirles a la esperanza de un
mundo con futuro y con más posibilidades dentro de su propio país. Gracias.
Cada cristiano y cada comunidad están llamados a ser
un instrumento de Dios para la liberación y promoción de los
pobres…
atentos para escuchar el clamor del pobre y socorrerlo..
“He visto la aflicción de mi pueblo.., he escuchado el clamor
ante sus opresores y conozco sus sufrimientos. He bajado para liberarlo…, ahora
pues, ve, yo te envío” (Ex 3, 7-8, 10)
Francisco, Evangelii
Gaudium: Exhortación Apostólica “La alegría del Evangelio”